
Tenía apenas una semana de que había regresado de Alemania y se me pegó el bicho. Mi papá andaba enfermo, y sospechábamos que era el virus, pero andaba de terco que nel. Un martes recuerdo que estaba en mi cuarto y comencé a sentir molestia en mi garganta. Un rato después me habla mi papá diciendo que sí lo traía y pues tocó soportar. Desafortunadamente, no pude asistir a la boda de mi primo, el del Blue Room, que se celebró el día de mi cumpleaños. Entonces, me tocó estar encerrado ese cumpleaños. La única celebración que tuve fue comer teriyaki que tanto me gusta, pero había perdido el gusto y el olfato; no disfrute nada. En fin, todo el asunto duró unos diez días, pero fue un súper mal timing, ya que había planeado mi regreso al rededor de esas fechas. Creo que me faltó mi booster para haber andado mejor.