
Aquí andaba con mi asesor discutiendo sobre los últimos detalles de la tesis de licenciatura. El Miguel andaba de visita en Ensenada y aprovechamos para platicar sobre cómo íbamos a proceder con el trámite de este trabajo. Ya había decidido aplicar a Alemania, y solo tenía unos cuantos meses para tener todos los papeles listos. El plan con él siempre era cotorrear un 80% del tiempo, y el resto era la parte académica. Hasta el día de hoy, este sigue siendo nuestra dinámica. La cosa es que ahora ya no es tanto el research, aunque me gustaría de hecho, sino sobre los estudiantes que están interesados en estos temas avanzados de física. Afortunadamente, esta relación académica (y de amistad) ha hecho que varios de ellos puedan ir para Guanajuato a trabajar, como me tocó a mí hace una década. En este preciso momento de la imagen no recuerdo qué andábamos discutiendo, pero salió al tema su película favorita, sentimiento que yo también comparto.