Keiner Platz

Un año después de que volví de Guanajuato, se me ocurrió decirle a mis compañeros que fuéramos para allá con la excusa de atender una escuela de física. La universidad anfitriona se iba a pichar los cuartos de hotel, pero no el transporte. Con ayuda de un compañero, logramos convencer al director de que soltara una feria y así poder asistir a dicho evento. Lamentablemente, no todos habían conseguido cuarto para pasar la noche en la capital. De alguna forma logramos colar a cuatro compañeros a los cuartos para que no durmieran en la calle, o en algún hostal de cien pesitos. Y así le hicimos durante lo que duró este evento. El único inconveniente fue cuando todos se enfermaron por comer guacamayas con salsa expuesta al Sol por varias horas.

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