Dreißig

Hacía muchos años que no tenía una fiesta de cumpleaños tan linda y memorable como la de este fin de semana que acaba de pasar. La última que recuerdo así de chingona fue cuando cumplí 25, que es justo este momento que les presento con esta imagen (esto es una tipo continuación del post Geburtstag). Ese día decidí rentar el Keller del edificio e invité a todos mis amigos de la maestría y roommates (y amigos de ellos). Sin duda fue una noche muy alocada que recuerdo con mucho cariño. Ahora han pasado cinco años y, como dicen mis alumnos, ya pasé al tercer escalón. Me preguntan sobre cómo me siento y no sé qué decirles; no siento cambio alguno (por lo menos emocional). Me dio mucho gusto poder volver a celebrar mi cumpleaños con los seres queridos y que todos nos la pasáramos así de bien. Ya habían sido varios cumples decepcionantes, por lo que era justo y necesario celebrarlo así de grande. Schauen wir mal, wie die nächsten Jahre werden.

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