
Aquí ando en uno de mis spots favoritos del campus de mi Uni. Pueden apreciar el gran volumen de cabello con el que contaba (y todavía; gracias papá y mamá), y que no sabía acomodarme. Esta foto me la tomó una amiga que le gustaba molestar haciendo eso; sacando fotos de uno. Tengo que admitir que yo también hacía lo mismo, cosa que mucho de mis amigos ahora aprecia, pues quedaron lindas memorias que de lo contrario no se habrían podido capturar. De igual forma le doy gracias a ella, por sacar fotos random de mí sin razón aparente.