
Durante una temporada una chica de Turquía le tocó la mala suerte de vivir en el depa más desmadroso del BKW; con nosotros. Curiosamente, nunca hubo mucha queja de su parte. A pesar de que cada fin era de fiesta, ella se encerraba en su cuarto y no presentaba mucha queja, aunque a veces sí teníamos que bajarle al ruidajo. De hecho, había veces que se nos unía al cotorreo y sí que le gustaba platicar, sobre todo si era buen chisme. Ella estudió medicina, y es por eso que en esta foto sale viendo unas imágenes de mi columna toda fregada; quería conocer su opinión al respecto. Fue una buena experiencia compartir piso con ella porque aprendí una que otra cosa de su cultura y ella de las nuestras. Lo mejor es que a veces nos dejaba probar de lo que cocinaba y no se molestaba si le robaba una que otra cebolla.