Camino del instituto a la Mensa era común encontrarse con un corralito de cabras. Cuando era verano y había hierba, nos deteníamos a darles de comer. Al principio se me hacía extraño, pero con los años me acostumbré. La cosa era que había un instituto de agricultura o algo así frente al nuestro, que era de física. A veces bromeábamos porque las cabritas no estaban y había carne de cordero en el menú de la cafetería. Sí, éramos muy chistosos. En la foto está un compañero, miembro de los Buben, que siempre se emocionaba de verlas en el patio.