
Después de iniciar el grupo en el patio de mi casa, nos tocó movernos a otro lugar patrocinado por investigadores de la UNAM. La verdad es que se tuvieron que ir, porque me iba de intercambio y ya no estaría en Ensenada por un ratito. Aquí teníamos mesas, sillas, pizarrones y un cañón para nuestras presentaciones. No era la gran cosa, pero teníamos un techo para realizar nuestras actividades y planear nuestro monopolio de la divulgación en la ciudad. En esta foto salen los dos presidentes que me sucedieron después de que dejé el mando que tuve por tres años. Atrás está el tipo que le tocó mi dedazo en Mexicali; estuvo un par de años de presidente y luego le tocó a la compañera que está deteniendo el lindo pizarrón. Me llamó la atención esta foto porque este presi que me relevó está por casarse, y con la chica que sale sentada atrás con su sudadera de Aeropostale.