Esta es una imagen de otro momento que se vivió mientras estaba en el intercambio en León. En el post pasado, que ya tiene más del año, les platiqué sobre lo que ocurría en el depa que me tocó compartir unas semanas con el dueño del cementerio. En esa misma entrada prometí que subiría más imágenes sobre esas tardes que pasamos pisteando, jugando y cotorreando sobre Relatividad General; pues aquí está una de ellas. Ya les platicaba que nos pusimos el reto de coleccionar la mayor cantidad de botellas de indio, que en esa época tenían una linda promoción donde los envases portaban diseños de artistas mexicanos. Me parece que eran unos 120 en total, por lo que coleccionar todas que era muy difícil de lograr si solo dos personas le entraban al reto. Esto era más o menos como coleccionar tazos, solo que para gente que ya puede legalmente tomar alcohol. Pues aquí estamos apreciando las botellas que compramos y viendo cuáles nos salieron en esta ocasión. No falta mencionar que nunca completamos la colección; ni le llegamos a la mitad. Curiosamente, un año después del intercambio, me encontraba en Guanajuato pisteando en un bar con los cuates del verano de investigación y vi que tenían en display la colección completa sobre una repisa. La aprecié por un rato y me fui a seguir cotorreando, no sin antes tomarle una foto para el recuerdo.