Me he dado cuenta de que he mencionado bastante al cementerio a lo largo de este año que he escrito aquí. También he notado que los primeros posts que he hecho no son muy descriptivos; solamente escribía unas cuantas líneas de lo que hacía especial a esa foto en particular. Recientemente he comenzado una serie de posts aparte de los que ya tengo de la SCJ. Por ejemplo, los de las fiestas, el BWK o los de Johnny (que no están enumerados). Quizá no sea tan mala idea retomar algunos posts que hice hace mucho tiempo y, en lugar de modificarlos para extender su contenido, mejor hago un post nuevo con un poco más de detalle. Comencemos entonces con este emblemático lugar que, durante casi un año, fue el spot de las pedas para físicos en Ensenada.

Todo comienza con el regreso de un estudiante que se fue de intercambio un año a Alemania. Muy motivado por todo lo que aprendió, y para generar algo de dinero, decidió ser ayudante de un profesor para la materia de relatividad especial (en realidad, este no es el nombre original del curso). Este estudiante, aparte de tutoriarnos, llevaba una materia que no presentaba ningún reto para él, por lo que le quedaba mucho tiempo libre. Lo que tenía que hacer este amigo era simplemente ayudarnos a resolver dudas sobre conceptos introducidos en las clases. De manera resumida, eso era todo lo que había que hacer para él en esta pequeña ciudad. Del otro lado de esta historia estábamos nosotros, alumnos de quinto semestre que no hacíamos mucho aparte de la Uni. Sí salíamos de repente, pero nunca organizábamos sesiones semanales para juntarnos a cotorrear. Esto cambió con la llegada del Cezary (como se hacía llamar en Facebook en ese tiempo). No recuerdo exactamente cómo fue que comenzamos a reunirnos en su depa. Imagino que un día nos invitó a pistear y desde ahí se nos hizo costumbre ir casi cada fin de semana. Fue de esta manera que una torre de botellas se fue acumulando a un lado de su refrigerador. Con nuestra participación y la del anfitrión, este monumento a antiguas memorias se fue expandiendo de manera considerable a velocidad constante (a veces también de forma acelerada). Así fue que el cementerio se originó.