Las fiestas II

Saliendo del Netto después de comprar los víveres para el convivio de los Buben en compañía de mi buen amigo el Alan (de hecho, este no es su nombre real). A este colega lo conocí desde el primer semestre de la maestría en Bonn y hasta el día de hoy seguimos siendo buenos amigos. Hemos vivido bastantes aventuras en lo que he estado en Alemania que quizá llegue a contarles una que otra en el futuro. Pero bueno, ahora toca hablar un poco sobre una de las memorables fiestas que se dieron en la mítica residencia estudiantil conocida como BKW. Esta fue una de las tantas reuniones que ocurrieron en mi depa y que se hizo en colaboración con un grupo de estudiantes internacionales que hacían los estudios de posgrado en una aburrida ciudad alemana. No fue la primera ni la última fiesta que tuve el honor de organizar para los panas pero sí fue una de las más grandes. Para ese entonces ya se corría la voz en los institutos de física de los cotorreos que se armaban en este edificio por lo que en este día se contó con la presencia de gente ajena a nuestro grupo de amigos. La organización comenzó como algo casual; una meeting de las de siempre. La diferencia es que se iba uniendo a la lista más y más gente por lo que tuvimos que hacer el upgrade a una reunión para más invitados. Por eso esta foto. Debajo de las cajas que se ven en el carrito había otras que tampoco fueron suficientes para lo que aconteció. Claro que no solo había cheve, también había botana para los invitados incluido el pepino con tajín y una salsita habanera casera para los valientes (por lo general eran los asiáticos). Esa noche fue memorable porque asistió la mayoría de los conocidos más otros extras y con esto último pudimos variarle un poco a lo de siempre; más interacción entre gente. Otra cosa interesante es que fue la única vez que de verdad nos amanecimos; salimos a ver el Sol. En realidad, esto comenzó como una broma entre nosotros. Queríamos ver si se podía aguantar hasta la hora del desayuno y así fue. A las siete de la mañana salieron a comprar cosas para comer pero yo ya no aguanté y me fui a dormir después de que llegaron: ventajas de vivir en lugares donde la puerta se cierra sola al salir. Esta raza se quedó otro ratito antes de tirar la toalla y por fin irse a sus casas. Ja, es ist immer mega schwer, nach der Party die Küche zu reinigen. Aber es lohnt sich.

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