Ein Abend mit den Jungs

Imagen de uno de los momentos especiales que compartí con los colegas de la carrera de física en Ensenada. Bueno, en realidad no era tan especial en aquel entonces pero ahora después de media década siento que lo fue. Era una de las últimas salidas que tuve con ellos antes de venirme a hacer la maestría en Alemania. De hecho, casi después de cada cotorreada que teníamos en mi casa o en el cementerio nos íbamos a seguir pisteando a este infame lugar: La Política Alegre. No entraré en mucho detalle pero este sitio es una cantina a la que cuando le comenté a mi papá que estuve ahí se “sacó de onda”. Imagino que en sus tiempos la dinámica del lugar era distinta aunque en años recientes se comenzó a hacer muy popular entre la gente joven. De cualquier forma, aquí era donde cerrábamos la noche con los chavos. La idea según era ir a seguir tirando desmadre pero la realidad era muy distinta a la que nos imaginábamos. Lo que de verdad pasaba es que llegábamos a la cantina, nos buscábamos una mesa, pedíamos algo para pistear y nos quedábamos ahí sentados el resto de la noche. La motivación de mis compas era ir a buscarse una chava pero ni se levantaban de la mesa para hacer eso y tampoco sabían bailar ¿Entonces cómo? Como yo no iba a eso me la pasaba a gusto viendo cómo fallaba el plan una y otra vez. Por algún motivo siempre terminábamos haciendo la misma cosa en este lugar a pesar de que íbamos súper motivados. Supongo que muy en el fondo era solo para ir a pasar un buen rato con la raza sabiendo que nada de lo que estaba planeado iba a funcionar. Recientemente, durante mis últimas visitas a Ensenada, he ido este emblemático bar solo que la cosa ha cambiado un poco (para mí, el sitio sigue con su mismo espíritu) porque la mayoría de los compas ya no están ahí. Ya veremos si luego se puede organizar algo como en los viejos tiempos donde solo estamos sentados y tomando mientras platicamos de cómo nos ha ido en la vida. Prost, auf die alten Zeiten!

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