
Como ya les platiqué en el post de Inercia, durante los primeros dos semestres de la prepa existió un grupo grande de amigos de donde surgieron grandes historias, amistades y por supuesto la grandísima banda de covers de Bullet for My Valentine (BFMV) que acabo de mencionar. Una de las actividades que realizábamos a la hora de la salida era sentarnos bajo un gran árbol que estaba en la esquina de la explanada principal y cotorrear un rato en lo que los de la tarde entraban a sus clases. Cuando esto pasaba, el resto del grupo del turno matutino se iba caminando al McDonald’s más próximo que estaba a unos 10 minutos de donde nos encontrábamos. Mientras íbamos de camino aprovechábamos para escuchar a todo volumen canciones pirateadas desde las bocinas de nuestros modernos celulares (¡apenas acababan de salir este tipo de teléfonos!). De las rolas que se ponían estaban obviamente las de BFMV, una que otra tipo Deathcore y la canción más especial de todas para nosotros que era la de Belzeboss de Tenacious D. Tras esta travesía musical de unos cuantos minutos, ya estábamos frente al restaurante cooperando para comprar un solo vaso de refresco que entre todos compartíamos pues la máquina expendedora de sodas no estaba detrás del mostrador en ese entonces y era fácil abusar del sistema. Fue entonces que se creó una linda costumbre de ir por soda infinita a este restaurante a la hora de la salida. No era algo que hiciéramos de a diario pero sí cada que se juntaba suficiente gente para ir a complicarle las horas de trabajo a los empleados de este lugar, que en realidad no hacían mucho para detenernos. Algunos del grupo llegaron a tal extremo que se les ocurrió sacar los vasos de la basura, ir al baño a lavarlos y usarlos para beber. Tiempo después, no recuerdo ahora cuándo exactamente, la máquina de refrescos fue movida de lugar y se nos acabó la fiesta. Supongo que era muy evidente lo que hacíamos; un grupo de 10 o más chamacos de prepa llegando a tirar desmadre y, por alguna razón, todos haciendo fila para rellenar nuestros vasos sin haber comprado algo.
2 thoughts on “Soda infinita”