Después del primer semestre de maestría y antes de comenzar el segundo, tuve que hacer un laboratorio de física experimental en la Universidad de Bonn por lo que me quedé sin vacaciones después de pasar por la tortura de las materias teóricas que tomé unos meses antes. Esta parte del master es obligatoria para todos sin importar si vas para teoría o a hacer experimentos el resto de tu carrera. Tuve suerte con la compañera que me tocó para hacer estos experimentos y larguísimos reportes que había que entregar al final de cada actividad ya que ella estaba decidida a sacar una buena calificación (quizá para compensar un poco con lo que pasó el primer semestre). En ese entonces todos concordamos que los laboratorios eran innecesarios y una perdida de tiempo para nuestro glorioso camino a convertirnos en unos físicos teóricos, aunque de hecho solo dos seguimos en este sendero. Al final no nos fue tan mal, de hecho mejor de lo esperado y logramos obtener una buena calificación después de este calvario. Ya van a ser casi cinco años de esta estresante experiencia pero ahora la veo con un poco de nostalgia porque los que salen en estas fotos ya no están en Bonn y todos fueron parte importante de mis primeros años aquí en Alemania desde donde les escribo. Ahora lo veo como un mal necesario pues pude concluir definitivamente que los experimentos no eran ni serán para mí.







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