Con los años que he pasado por acá en Alemania me he dado cuenta que a los alemanes les encanta celebrar Halloween y muchos se lo toman enserio a la hora de disfrazarse. Es común encontrarse con alemanas disfrazadas de catrinas en las fiestas o caminando por la calle durante esta noche, aunque no creo que lo relacionen con el Día de Muertos en México. Motivado por ver a esta cultura que le encanta disfrazarse, decidí durante mi primer visita a casa armarme con mi propio disfraz nacional: poncho, sombrero y un par de fundas de pistola pero para latas de cerveza. La primera vez que lo usé fue en Halloween del 2017 durante una fiesta en un dormitorio estudiantil y claro que no podía faltar la catrina que se ve en la segunda foto. En esa misma fiesta la gente me pedía el sombrero para sacarse fotos con él o tomarse una conmigo, fue algo extraño pero agradable a la vez. Imagino que les llamó la atención ver un sombrero de verdad y no uno de los que se compran para carnaval. La segunda vez que asistí a la fiesta del siguiente año sucedió lo mismo, solo que esta vez llevaba un morral con dulces mexicanos para regalar. En la última foto se ve que la mayoría trae paletas de sandía cubiertas con chile. A pesar de ser italianos y no comer picante, les agradaron bastante y me siguieron pidiendo hasta que ya no había más. Esa vez también llevaba una botellita de chile habanero para dar a probar a los valientes. Creo que una chica de Croacia tuvo que retirarse del cotorreo por un rato después de probarlo, pero no le pasó nada. Al final regresó y siguió con la peda.