El lugar por excelencia para las reuniones de estudiantes en la ciudad universitaria de Marburg son las gradas que se encuentran a un lado de la Mensa y justo frente al río Lahn. Diario se puede ver gente sentada aquí disfrutando del panorama acompañados por lo general de comida y/o una bebida para pasar el rato. Este era el punto de referencia que utilizábamos para organizar casi cualquier cosa. La pregunta era: ¿Qué tan lejos vives de las gradas? Casi siempre la respuesta eran 15 minutos o menos. La ciudad es muy pequeña y se puede recorrer caminando en un par de horas. Tampoco hay mucho que ver pero el centro histórico es de los más bonitos en Alemania.

Los fines de semana eran los más interesantes porque el lugar se llenaba de gente que iba a pistear y cotorrear con la raza. A mí me tocó que cada fin se organizara algo con los estudiantes del curso de idiomas, que por lo general eran más personas hablando español que cualquier otra lengua. La cosa es que el ritmo de reunirse viernes o sábado no era suficiente porque entre semana teníamos mucho tiempo libre y casi diario durante la tarde nos juntábamos aquí para platicar y matar el tiempo mientras aprovechaba para conocer sobre la cultura de otros países. Lo mejor de todo era que había un supermercado que cerraba hasta medianoche por lo que el combustible para pachanguear nunca faltaba. Si ya no había lugar para sentarse o simplemente estar de pie, lo natural era irse frente a las bancas que están frente a la Mensa, como se puede ver en la foto de Unterwegs Saufen.