Un año después de que terminé el semestre de intercambio regresé de nuevo a Guanajuato por casi dos meses para avanzar con mi tesis de licenciatura. Para esto, apliqué para hacer un verano de investigación con mi director de tesis que vive en León, ya que revisar hojas y hojas de cálculos por internet no es sencillo. Así que con esta excusa de que es mejor trabajar de manera presencial convencí a mi profesor de que aplicaramos a la convocataria de la academia mexicana de ciencias y de paso también le comenté a unos amigos de la facultad para irnos juntos a la DCI en León. Lo interesante fue que durante nuestra estancia nunca pudimos gozar de nuestra beca, porque no llegaba. Casi diario íbamos a revisar al cajero pero solo hasta que regresamoso a Ensenada vimos el dinero. De cualquier manera seguido aprovechabamos para irnos a pasear a la capital del estado y pasar la noche en algún hostal de cincuenta pesitos. De aquí esta foto que la tomé una mañana durante una de estas visitas.