Una tarde de ocio en León, Guanajuato durante el intercambio que hice en la carrera. Los seis meses que estuve fuera de mi ciudad se pueden resumir de buena manera a esta foto. Sobre la mesa se aprecian las indio que en ese tiempo venían en distintas presentaciones para coleccionar (nunca lo logramos), los totopos charros que eran mis favoritos y no podían faltar, un libro de relatividad general para aclarar dudas sobre el tema y un videojuego para pasar el rato. Durante un par de semanas el dueño de el cementerio decidió visitar la ciudad y me ayudó a armar el mío. No fue tan grande como el original pero aún así se sentía un poco del espíritu ensenadense en el departamento. Claro que no es todo lo que hacía, luego subiré más fotos de este rato.